sábado, 22 de septiembre de 2012

Características del niño de dos años



El tema central del desarrollo del niño de 2 años es la autonomía. Ya es consciente de sí mismo como persona, quiere hacer las cosas solo y se opone a los adultos para afirmar esa marcha hacia su independencia. Por otro lado necesita la puesta de límites que se manifiesta a través de rabietas y berrinches. 
Es durante éste año que el niño aprende a controlar sus esfínteres adquiriendo la madurez biológica , dicho aprendizaje tiene una profunda raíz emocional, la posibilidad de control se relaciona con fantasías inconscientes ; se asocia con dar y recibir algo valioso y a través de sus excrementos puede expresar también sus sentimientos negativos hacia sus padres o adultos significativos. 
En éste período comienza a interesarse por las diferencias anatómicas entre ambos sexos. Ya a ésta edad puede identificarse con ciertos personajes y dramatizar situaciones conflictivas a través del juego simbólico que o ayudará a elaborar la realidad que lo rodea. 
En ésta edad el niño ya disfruta la compañía de otros niños aunque solo sea capaz de integrarse por breves momentos al juego. 
Sus dibujos son  garabatos longitudinales y más tarde circulares y al final del tercer año de vida ya suele ponerle nombre a lo que realiza. Cuando termina éste período podrá distinguir los nombres de los colores primarios y reconocerlos,  también podrá encajar, enhebrar, abrochar, etc; con bastante habilidad. 
El niño de dos años puede caminar y correr aunque no puede detenerse súbitamente, puede subir las escaleras sin alternar los pies. 
Ya domina unas cuantas palabras y puede usar oraciones muy simples. También se expresa verbalmente a través de frases cortas y mientras juega habla constantemente, participando de éste modo en el “monólogo colectivo”. El niño se nombra a sí mismo, pero a los tres ya trabaja el “yo”, mío, vos. 
Ya reconoce los objetos como permanentes, estén o no en su campo visual. Ha ordenado prácticamente su espacio, distingue en la acción la causa del efecto y reconoce un tiempo en la sucesión de hechos cotidianos que es externo al propio cuerpo. 
Durante los dos primeros años de vida aparecen un conjunto de conductas: 
  • La imitación diferida, que constituye un comienzo de representación de los objetos y situaciones. La imagen mental que aparece como imitación interiorizada. 
  • El juego simbólico. 
  • El dibujo o la imagen gráfica. 
  • El lenguaje que permite la evocación verbal de acontecimientos no actuales.

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